Es curioso que es la primera vez en mi vida que me permito el lujo de escribir una crónica de una subida antes de que esta termine. Pero digamos que la XVI Subida a Escusa-Poio es especial. La seguridad está bien, bien hasta que desemboca en paranoia. Tanto que se me ha impedido por parte de la organización realizar el vídeo retirándome hasta de sitios en los cuales la guardia civil consentía que me colocase. Pero eso es un tema a tratar aparte. Iniciada la primera manga con 3/4 de hora de retraso la jornada ha ido de mal en peor. La mala distribución de los pilotos en la lista hace que contraviniendo la norma, Santi Abad salga como tercero en carrozados. Rubén Blanco Actual campeón gallego de históricos salga detrás del BMW de Fraguas y mi preferido que coloquen a Juan Carlos García Castro con su Peugeot 106 por detrás de debutantes. Lo que hace que los pilotos jueguen al pilla pilla pasada tras pasada. Pilla pilla que justo a las salidas cada 30 segundos y al mal uso de las banderas provocó que el Seat León Supercopa de David Esévez embistiera al Saxo de Alejandro Fraguas. Parón tras parón no sólo por seguridad o golpes sino también por un hombre de verde que se está hinchando a poner denuncias absurdas delante de mis ojos.Hasta llegar al punto de amonestar a personas que cruzaban por detrás de la carretera que no la habían pisado en ningún momento.
En lo deportivo, Alexis con su fórmula pasada tras pasada vuela delante de mis ojos y junto con Senra Iglesias y cía hacen más llevadera la espera entre pasada y pasada. Jacobo con mente fría sabe que un segundo puesto es suficiente para llevarse el campeonato y decide no arriesgar más de la cuenta. Alexis por su parte no tiene más opción «Hay que apretar los dientes».Rubén Blanco rompía su primer palier desde hacía años, cosa que extraña en un BMW extremadamente fiable en el aspecto mecánico. La jornada pasaba y el tiempo se echaba encima, la organización decide, como es lógico suspender la manga de entrenos de la tarde y pasar directamente a las clasificatorias. Las banderas rojas se suceden, en mi presencia se detienen Senra e Iglesias en sucesivas pasadas. «No pasa nada por sacar la bandera roja» – afirma Manolo: «Es preferible parar y volver a salir que asumir riesgo innecesarios». En este caso el comisario y el miembro de protección civil que estaba en el cambio de rasante acertó de pleno, cosa que no pasó en el caso de Fraguas y David. Finalmente la carrera acaba y en la última de las mangas, para decorar la actuación de ciertos irresponsables el coche 0, no tiene mejor idea que «hacer unos ceros» en la última de las horquillas, cuando todo el mundo circulaba por el medio de la carretera de regreso a sus casas y estando a punto de llevarse puestos a 3 espectadores. Esto es una vergüenza, máxime cuando en el pasado se sancionó a pilotos por esta clase de actuaciones. Si quiere correr, que pague un coche y la inscripción como el resto.
Acabando ya este escueto campeonato, el podio de los no carrozados era coronado por Alexis y seguido de Jacobo Sobral. Posiciones que se invierten en la clasificación del campeonato. En un tercer puesto el incansable Pombo hace valer su experiencia y se va amoldando al dicode FR.
En Carrozados Iglesias pone a su EVO VIII en lo más alto del podio, seguido de Santi Abad con el Audi TT DTM y el tercer puesto es para Manolo Senrra Caamaño y su inseparable Peugeot 306 Maxi.
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